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Investigación muestra mayores tasas de infección de COVID-19 en comunidades más expuestas a sitios que producen petróleo y gas

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En California, más de un millón de personas viven a un kilómetro (0.65 millas) de sitios activos produciendo petróleo y gas. Los peligros asociados de estar cerca de la producción de petróleo y gas han sido poco estudiados.

Las amenazas actuales de COVID-19 y otras enfermedades infecciosas han puesto un énfasis nuevo necesario para comprender los riesgos sanitarios de vivir cerca de pozos de petróleo y gas.

Dado esto, los investigadores dirigidos por la Escuela de Salud Pública en la Universidad de California, Berkeley investigaron si las personas que viven cerca de la producción activa de petróleo y gas tienen tasas más altas de COVID-19 y una mayor mortalidad por la enfermedad entre febrero 2020 hasta enero 2021.

Sus resultados, publicados este mes en la revista GeoHealth de la Unión Geofísica Americana (AGU, por sus siglas en inglés), muestran que las comunidades situadas a menos de un kilómetro de pozos de petróleo y gas activos tenían más probabilidades de presentar un mayor número de casos de COVID-19 durante los primeros cuatro meses de la pandemia. Esto es en comparación con poblaciones de características similares — especialmente cuando los niveles de producción eran altos.

Los autores afirman: “En los primeros cuatro meses del periodo de estudio, de febrero a mayo 2020, los bloques de censo en el tertil más alto de exposición a la producción de petróleo y gas tuvieron tasas de casos 34% más altas y tasas de mortalidad 55% más altas que aquellos sin producción estimada, después de ajustar por terceras variables a nivel del área.”

Helena Archer, becaria postdoctoral del Laboratorio de Sostenibilidad y Equidad Sanitaria (SHE Lab, por sus siglas en inglés), dice: “Aunque es necesario seguir investigando para entender la relación entre estos peligros, el hallazgo más importante es que observamos tasas más altas en comunidades que sabemos que son expuestas de manera desigual a la producción de petróleo y gas.” SHE Lab es dirigido por la profesora de Salud Pública en la Universidad de Berkeley Rachel Morello-Frosch.

“Nuestro objetivo es mejorar nuestro conocimiento de los efectos sobre la salud de vivir cerca de pozos activos. Sabemos que las comunidades de color estan expuestas de manera desigual. Esto es algo que exige más investigación y comprensión.”

Al analizar los casos de COVID-19 que se produjeron durante el estudio, los investigadores solo hallaron mayores tasas de casos y mortalidad de COVID-19 en las comunidades con mayor producción de petróleo. Según el equipo de investigación, esto es debido a que los casos graves y sintomáticos tenían más probabilidades de ser analizados e identificados más temprano, lo que vincula el hecho de vivir cerca de pozos con la severidad de la enfermedad. También puede representar diferencia en las comunidades que no se observaron en el estudio u otras limitaciones en el diseño del estudio.

El informe forma parte de una serie más amplia en la que está trabajando el laboratorio SHE donde examinan las exposiciones ambientales en California y COVID-19. Esto incluye la contaminación del aire y los contaminantes químicos en los sistemas de abastecimiento de agua.